Así, de acuerdo a cifras oficiales en el octavo mes de este año, este índice registró 222.2 puntos, cifra mayor en 19.5% con relación al mismo mes de 2020, y también superior en 1.3% respecto a agosto de 2019, un mes pre pandemia, informó la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
Para Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la AAP, la recuperación de esta variable en comparación con el 2020 obedece al aumento del tráfico de vehículos pesados en 9.5% y en respuesta al mayor desplazamiento de vehículos de carga de 3 a 7 ejes, categoría que presentó una variación positiva de 7.7%, impulsada por el crecimiento de la demanda del servicio de transporte en los sectores construcción, manufactura, comercio, agropecuario y minería e hidrocarburos.
Por otro lado, el ejecutivo agregó que el movimiento de vehículos ligeros también mostró un incremento anual de 28.5% en agosto de 2021, explicado por las menores restricciones al tránsito de personas y vehículos, debido a la reanudación paulatina de las actividades económicas según los niveles de alerta de contagio por provincias y departamentos; así como por aforos diferenciados, en contraste con las mayores restricciones decretadas por el Gobierno en similar mes de 2020 por el COVID-19.
“En ese orden de ideas vemos que el adecuado avance del proceso de vacunación mitigará el riesgo de una tercera ola de contagios por el COVID-19, y con ello la reducción de las restricciones de movilización y el incremento en el aforo de diversos comercios, permitiendo que se consolide la reactivación de la economía del país, lo que se reflejará en aumentos del flujo de vehículos. Como se recuerda, este índice reporta el comportamiento del tránsito de vehículos ligeros y pesados por las unidades de peaje, información importante no sólo para fines de planeamiento y política de transportes, sino también para analizar la actividad y el desarrollo económico de las diferentes regiones del país, según su afluencia vehicular. Por ello, es importante que las autoridades tomen en cuenta que la incertidumbre permanente sobre el rumbo económico del país golpea las expectativas empresariales y por ende la inversión privada, motor fundamental del crecimiento económico sostenido de cualquier país; una situación que jugaría en contra de este desempeño favorable”, puntualizó el economista.
